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José Asunción Silva. Los maderos de San Juán



Aserrín
aserrán!
Los maderos
de San Juan,
piden queso,
piden pan,
los de Roque,
alfandoque;
los de rique
alfeñique,
los de Triqui, triqui, tran,
los de Triqui, triqui, tran!

Y en las rodillas duras y firmes de la abuela
con movimiento rítmico se balancea el niño,
y ambos agitados y trémulos están...
La abuela se sonríe con maternal cariño;
mas cruza por su espíritu como un temor extraño,
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño,
los días ignorados del nieto guardarán...

Los maderos
de San Juan
piden queso,
piden pan!
triqui, triqui,
triqui, tran!

Esas arrugas hondas recuerdan una historia
de sufrimientos largos y silenciosa angustia,
y sus cabellos blancos como la nieve están;
de un gran dolor el sello marcó la frente mustia,
y son sus ojos turbios espejo que empañaron
los años, y que ha tiempo la forma reflejaron
de cosas y de seres que nunca volverán...

Los de Roque,
alfandoque,
triqui, triqui, triqui, trán!

Mañana cuando duerma la anciana yerta y muda,
lejos del mundo vivo, bajo la oscura tierra,
donde otros, en la sombra, desde hace tiempo están
del nieto en la memoria, con grave son que encierra
todo el poema triste de la remota infancia,
cruzando por las sombras del tiempo y la distancia,
de aquella voz querida las notas vibrarán...

Los de Rique,
alfeñique;
triqui, triqui, triqui, trán!

Y en tanto, en las rodillas cansadas de la abuela
en movimiento rítmico se balancea el niño,
y ambos conmovidos y trémulos están...
La abuela se sonríe con maternal cariño,
mas cruza por su espíritu como un temor extraño,
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño,
los días ignorados del nieto guardarán...

Los maderos
de San Juan
piden queso,
piden pan!
triqui, triqui,
triqui, tran!

Esas arrugas hondas recuerdan una historia
de sufrimientos largos y silenciosa angustia,
y sus cabellos blancos como la nieve están;
de un gran dolor el sello marcó la frente mustia,
y son sus ojos turbios espejo que empañaron
los años, y que ha tiempo la forma reflejaron
de cosas y de seres que nunca volverán...

Los de Roque, alfandoque,
triqui, triqui, triqui, trán!

Mañana cuando duerma la anciana yerta y muda,
lejos del mundo vivo, bajo la oscura tierra,
donde otros, en la sombra, desde hace tiempo están
del nieto en la memoria, con grave son que encierra
todo el poema triste de la remota infancia,
cruzando por las sombras del tiempo y la distancia,
de aquella voz querida las notas vibrarán...

Los de Rique, alfeñique;
triqui, triqui, triqui, trán!

Y en las rodillas duras y firmes de la abuela
con movimiento rítmico se balancea el niño,
y ambos agitados y trémulos están...
La abuela se sonríe con maternal cariño;
mas cruza por su espíritu como un temor extraño,
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño,
los días ignorados del nieto guardarán...

Los maderos de San Juan
piden queso, piden pan!
triqui, triqui,
triqui, tran!

Esas arrugas hondas recuerdan una historia
de sufrimientos largos y silenciosa angustia,
y sus cabellos blancos como la nieve están;
de un gran dolor el sello marcó la frente mustia,
y son sus ojos turbios espejo que empañaron
los años, y que ha tiempo la forma reflejaron
de cosas y de seres que nunca volverán...

Los de Roque, alfandoque,
triqui, triqui, triqui, trán!

Mañana cuando duerma la anciana yerta y muda,
lejos del mundo vivo, bajo la oscura tierra,
donde otros, en la sombra, desde hace tiempo están
del nieto en la memoria, con grave son que encierra
todo el poema triste de la remota infancia,
cruzando por las sombras del tiempo y la distancia,
de aquella voz querida las notas vibrarán...

Los de Rique, alfeñique;
triqui, triqui, triqui, trán!

Y en tanto, en las rodillas cansadas de la abuela
en movimiento rítmico se balancea el niño,
y ambos conmovidos y trémulos están...
La abuela se sonríe con maternal cariño,
mas cruza por su espíritu como un temor extraño,
por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño,
los días ignorados del nieto guardarán...

Aserrín!
Aserrán!
Los maderos de San Juan
piden queso, piden pan,
los de Roque,
alfandoque,
los de Rique,
alfeñique,
triqui, triqui, triqui, trán!
triqui, triqui, triqui, trán!

Хосе Асунсьон Сильва. К нам идёт святой Хуан
 






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