Tú por arenas de oro
corres con pies de plata,
¡oh dulce fuente fría!
Yo con mi triste lloro
a tu corriente ingrata
aumento cada día.
Pero tú la porfía
de darle al Ebro parias,
en mi daño contrarias,
animas por matarme;
yo por darte y cansarme,
aunque no saco fruto,
malogrado tributo,
lloro nuevos engaños.
Tú me llevas los años
al paso de tu curso;
yo renuevo el discurso
de mis presentes daños.
Casi somos iguales
¡oh dulce y clara fuente!
yo en continuar mis males
y tú aquesta corriente.
Si dices que me excedes,
yo digo que te excedo;
porque tú parar puedes
y yo cesar no puedo.
Cuadro Dorojin Dmitry. Cerca del río