Algo de ayer quedó en el día de hoy,
fragmento de vasija o de bandera
o simplemente una noción de luz,
una alga del acuario de la noche,
una fibra que no se consumió,
para tenacidad, aire de oro:
algo de lo que transcurrió persiste
diluido, muriendo en las saetas
del agresivo sol y sus combates.
Si ayer no continúa
En esta deslumbrante independencia
del día autoritario
que vivimos,
por qué como un portento de gaviotas
giró hacia atrás, como si titubeara
y mezclara su azul con el azul
que ya se fue?
Contesto.
Adentro de la luz
circula tu alma
aminorándose hasta que se extingue,
creciendo como un toque de campana.
Y entre morir y renacer
no hay tanto
espacio, ni es tan dura
la frontera.
Es redonda la luz como un anillo
y nos movemos en su movimiento.
Pintura : James Doyle Penrose. The Monast
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