Por buena muger que tengas
Siempre te has de recelar,
Y más del familiar.
Tu hija ni tu muger
No fíes de hombre humano,
Aunque te sea hermano.
En tu casa no alabarás
Jamás a otro varón ,
Que muy apetitosas son.
Nuestra madre la primera,
El diablo le alabó
El fruto que la perdió.
Son ellas de tal natura
Que o aman o aborrescen,
Y nunca el medio apetecen.
La muger de mal assiento,
Variable y ventolana,
Llaga es que nunca sana.

Pintura : Maurice Leloir (French, 1853-1940)
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