La noche nos impone su tarea mágica. Destejer el universo, las ramificaciones infinitas de efectos y de causas, que se pierden en ese vértigo sin fondo, el tiempo. La noche quiere que esta noche olvides tu nombre, tus mayores y tu sangre, cada palabra humana y cada lágrima, lo que pudo ense?arte la vigilia, el ilusorio punto de los ge?metras, la línea, el plano, el cubo, la pirámide, el cilindro, la esfera, el mar, las olas, tu mejilla en la almohada, la frescura de la sábana nueva... los imperios, los Césares y Shakespeare y lo que es más dificil, lo que br>amas. Curiosamente, una pastilla puede borrar el cosmos y erigir el caos.