¡Cómo llegar a tu alma sin un puente de aéreas alas para tal altura! Pájaro que llevara sabiamente mis pedazos de fuego a tu alma oscura. ¡Cómo darte mi sangre incandescente que es un infierno casi de locura, si estrecho no hay, ni paso que alimente mis pies desnudos sin arquitectura! No lloraré jamás tal coyuntura, aunque la fuerza de mi sangre aliente tristeza grande de esa desventura. Si muriese mi amor tan fácilmente, estaría empinado inútilmente queriéndome alcanzar en tu estatura.