Todo yo soy un acto de fe. Todo yo soy un fuego de amor. En mi frente espaciosa lee, mira bien en mis ojos de azor: ¡hallarás las dos letras de FE y las cuatro radiantes, de AMOR!
Si vacilas, si deja un porqué en tu boca su acerbo amargor, ¡ven a mí, yo convenzo, yo sé!
Mi vida es mi argumento mejor. Todo yo soy un acto de FE. Todo yo soy un fuego de AMOR.