Julio Cortázar. A song for Nina



Voz que de lejos canta
tal las voces del sueño,
agua de los cencerros
bajando la montaña.

Otra vez como entonces
retornas, corazón,
a tu distante amor
de caminos y alcores.

Ya no será la sombra
de los sauces tan fina,
ni el olor de las lilas
te andará por la boca.

Ya no veremos juntos
la vuelta de la tarde,
ni iremos a buscarte,
colmena entre los juncos.

El pichel de agua mansa
que bebías ansiosa
se secará en la sombra
morosa y solitaria.

Ah, mírate en el no
que se lleva tu imagen;
así se van las tardes
libres de ti, al olvido.

Inclinado, en el gesto
del que sacia la sed,
¿alguna vez veré
tu cara entre mis dedos?

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