Espiga taciturna, leve sombra,
pequeña alondra ciega,
te miraste en las aguas del que amabas
y sólo pudiste ver, flotando en ellas
-entre ínsulas de musgo y lentas ramas-
el pálido cadáver de tu rosa.
Svetlana Gorbunova. Soledad
Share:
mir-es.com
01 01 2009
En this moment no comments!
Please note that all fields followed by an asterisk * must be filled in.