Es el pueblo. Por encima
de los oscuros tejados,
verde, lloroso de grillos
y de esquilas, está el campo.
Es la hora del murciélago,
cuando el anjel toca el anjelus,
cuando vuelve el cavador,
con el azadón, cantando.
— Y es el grito de los niños,
y es el mujir del establo,
y es el tibio olor a hogar,
y el humo celeste y blanco.—
Y es la gran luna de oro,
que, en los pinares lejanos,
tiñe cristalinamente
el abandono fantástico.
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Jules Dupré
mir-es.com
Comments : El mundo habla español
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