Marinero soy de amor
Y en su piélago profundo
Navego sin esperanza
De llegar a puerto alguno.
Siguiendo voy a una estrella
Que desde lejos descubro,
Más bella y resplandeciente
Que cuantas vió Palinuro.
Yo no sé adónde me guía,
Y así navego confuso,
El alma a mirarla atenta,
Cuidadosa y con descuido.
Recatos impertinentes,
Honestidad contra el uso,
Son nubes que me la encurben
Cuando más verla procuro.
¡Oh clara y luciente estrella
En cuya lumbre me apuro!
Al punto que te me encubras,
Será de mi muerte el punto.
Pintura : John Richards
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