Aquella tarde, al decirle
yo que me iba del pueblo,
me miro triste — ¡que dulce! —,
vagamente sonriendo.
Me dijo: ¿Por qué te vas?
Le dije: Porque el silencio
de estos valles me amortaja
como si estuviera muerto.
— ¿Por que te vas? — He sentido
que quiere gritar mi pecho,
y en estos valles callados,
voy a gritar y no puedo.
Y me dijo: ¿Adonde vas?
Y le dije: Adonde el cielo
este mas alto, y no brillen
sobre mí tantos luceros.
Hundió su mirada negra
allá en los valles desiertos,
y se quedo muda y triste,
vagamente sonriendo.
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Tatiyana Druchinina. La noche
mir-es.com
27 02 2012
Comentarios : El mundo habla español
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