Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín).
Violín y otras cuestiones (1956)
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Georgiy Dmitriev
mir-es.com
17 01 2014
Comentarios : El mundo habla español
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