Julio Cortázar. Tratado de sus ojos


Oh diminuto océano
donde una vela de ámbar
súbitamente pasa
con el batir del tiempo.

Si en azules medusas
se complace mi olvido,
¡qué profundos alisios
prueban las singladuras!

Si desnudo y liviano
busco tus aguavivas,
desde doradas islas
viene tu ola rodando.

Doble mapa que mojan
sus alternas mareas,
¡qué fasto de goletas
blancas entre la sombra!

Mínimos planisterios
para dulces regatas,
¡oh delfines que cantan
si te digo mis versos!

Yo te daré la sal
para salar tus aguas
tan dulces y tan plácidas;
aprende ya a llorar,

oh diminuto océano
donde una vela de ámbar
súbitamente pasa
con el batir del tiempo.

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