Con el otoño las hojas
se van como algunos pájaros:
fíjate en los cerezos
y en los álamos.
Pardas o grises las hojas
se esconden como los pájaros:
fíjate en los jardines
y sembrados.
Con el otoño las hojas
se escapan hacia otros campos:
blancas o brunas revuelan
como los pájaros.