Roberto Fernández Retamar. Los que se casan con trajes alquilados
Los que se casan con trajes alquilados,
Desmemoriados,
Olvidados
De que dentro de dos días
Tanto principesco telar,
Acompañado de la gárrula tarde
Y de lágrimas aducidas al final,
Debe estar devuelto, lo menos ajado posible
(El anuncio compartía una enorme pared
Con un letrero absurdo, ¡y sin embargo!);
Y recordando en cambio, sin duda,
Que en cinco, seis horas yacerán gloriosos,
Avanzan incorruptibles, pálidos
Como guantes.
Ella,
Difícil y vigilada;
Y él,
Feliz, aunque no pudieron del todo arreglarle
La espalda, y el hombro le tira un poco.
mir-es.com