Juan Ramón Jiménez. Yo no se quien la olvido...


Yo no se quien la olvido.
Me la encontré por la yerba.
Al cojerla, sentí como
si alguna mujer me viera.

Tenia un aroma vago,
que voló al instante; queda
solo el recuerdo del sueño
del placer de aquella esencia.

Tocando con ella, vi
como novias, como estrellas,
un prado lleno de rosas,
un alba de primavera;
una cosa tierna y pura
— que me inundaba de pena,
que empezaba sonriendo
y acababa entre querellas...
Melancólico o alegre,
sonrio o sollozo en ella,
y siento en mi alma como
si alguna mujer me oyera.

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